sábado, 21 de mayo de 2016

Le CDMX et moi

                

                Entonces… hoy se cumplen dos semanas desde que me mudé de Tijuana a la ciudad de México. Suena divertido, no? Y siendo sinceros, lo es! 

                Tengo que confesar que estoy maravillado con esta ciudad y todo lo que representa y lleva dentro de ella, incluso el tráfico salvaje, los peatones felinos, el olor a garnachas, los regionalismos y ese popurrí cultural de gente de muchos lados del país. Es un platillo maravilloso y a pesar de que hay cosas que obviamente nunca podrán compararse con las de Tijuana, puedo decir que hasta ahorita me siento bien y me siento feliz, en lugar de encontrarme más estresado me siento más relajado.

                He caminado bajo las calles de esta ciudad y su cielo nublado de las seis de la tarde para encontrarme fantaseando con historias románticas maravillosas que no pasarán mientras camino por uno de sus parques, saboreo una nieve o simplemente me paro enfrente de algún puesto de libros viejitos deseando comprar todos.

                La gente de fuera se queja mucho de cosas como la inseguridad, el exceso de tráfico, la contaminación y el ambiente. Pero siento que si me encontrara en una ciudad como Nueva York o L.A. probablemente encontraría un ambiente bastante similar o incluso más ajetreado. Y la clave para estar en lugares como este es disfrutar de los pequeños detalles a los que normalmente la gente no pondría atención. El otro día mientras viajaba en el metro se subió un sujeto con su violín, comenzó a tocar Canon (escucha el video) con su violín y fue HERMOSO. La gente cuando viaja en el metro se centra solamente en lo negativo, el olor a pacuso (patas, culo y sobaco), la excesiva aglomeración de gente o los 20 minutos que llevan ya de retraso. Eso lo puede hacer cualquiera, el verdadero arte o felicidad se encuentra en disfrutar la melodía que toca el tipo que se subió al metro, en observar a las parejas felices a través de la ventana u observar a una madre cuando juega con su bebito, el rostro de un viejito al darle tu asiento y ahí es cuando encuentras belleza en un lugar así. Obviamente cuenta con sus entornos que ya son maravilloso por naturaleza, como el centro de la ciudad, solamente enfatizo que uno puede encontrar belleza y maravilla en esta ciudad sin necesidad de quejarse de ella.

                En fin, sólo quería compartir eso con ustedes, estoy feliz siguiendo una de mis múltiples metas y de nuevo tengo tiempo para dedicarme a escribir por lo menos una vez a la semana, esperemos que mis dos blogs regresen a la vida.

                Tengan la bondad de ser felices y nos leemos hasta la próxima.


Au revoir! 



Dueño de la imagen: http://elgatofineas.deviantart.com/art/Nocturneando-155744502

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